En abril de 2025, la entrada en vigor de los aranceles impulsados por la administración Trump provocó una reactivación de la guerra comercial global. Con la imposición masiva de gravámenes —entre el 10 % y el 50 % sobre acero, aluminio, cerveza y otros productos— las bolsas tuvieron una seria caída y se desató una oleada de incertidumbre que afectó directamente al mercado de fusiones y adquisiciones (M&A), especialmente en el sector tecnológico.
Parón en las operaciones anunciadas
Los datos son reveladores: en abril, el número de contratos de M&A globales alcanzó su nivel más bajo en veinte años. Solamente se firmaron 555 operaciones en EEUU —el nivel más bajo desde mayo 2009—, y 2.330 a nivel global. Este desplome es una señal clara del efecto paralizante que provoca la inestabilidad arancelaria sobre la confianza de compradores y vendedores.
Causas de fondo del freno tecnológico
Volatilidad en los mercados
El fuerte impacto en las bolsas tecnológicas fue evidente: el Nasdaq perdió más del 5 % en varios días tras el anuncio. Esta fuerte caída obligó a los grandes compradores del sector a reconsiderar los precios y la viabilidad de sus operaciones, frenando procesos de M&A en curso.
Incertidumbre en las cadenas de suministro
Las nuevas tasas afectaban directamente a componentes esenciales del hardware, desde el cobre hasta los semiconductores. Además no había visibilidad ni garantías sobre qué productos serían afectados y en qué plazos, valorar empresas de tecnología se convirtió en un ejercicio complejo, donde la estimación de flujos de caja futuros pasó a depender de variables macro más allá de lo operativo.
Crisis de valoración
Muchos emprendedores que habían planeado vender o buscar inversión en junio decidieron posponer sus procesos, observando el mismo fenómeno que hunde a un comprador inmobiliario: no vas a comprar una casa si temes que en una semana valga un 20–30 % menos. Este efecto “wait-and-see” se tradujo en un descenso en la actividad del segmento tecnológico de abril.
Impacto en el ecosistema de startups y tech
A pesar de que el primer trimestre mostraba recuperación —205 adquisiciones de startups en EEUU según PitchBook, incluyendo operaciones relevantes—, abril frenó la recuperación del mercado de tech M&A. Las operaciones estratégicas, como la compra de startups con ingresos recurrentes o soluciones de logística, se ralentizaron por la falta de claridad en costes y riesgos comerciales.
Respuestas estratégicas
Resiliencia de fondos especializados
Mientras las grandes operaciones bajaban, algunas firmas de capital riesgo y private equity encontraron oportunidades en segmentos más estables o defensivos, como SaaS internacional y logística tecnológica. Proveedores de soluciones como Zonos o Titan Cloud aprovecharon la coyuntura para destacar, bien posicionados frente a los posibles shocks por motivos arancelarios.
Reformas estructurales y condiciones especiales
Pipeline Capital, en boca de André Zimmermann, socio en Europa, recomienda reforzar la due diligence en materia de análisis de las cadenas de suministro y riesgos regulatorios, e incorporar cláusulas de precio condicionado en el earn out o garantías sobre futuros escenarios arancelarios. De este modo, se puede proteger tanto al comprador como al vendedor frente a reversiones de mercado.
Enfoque interno e innovación
En este contexto, Zimmermann sugiere que las empresas con base emprendedora pueden pivotar hacia soluciones internas: fortalecer procesos de integración tecnológica, optimizar estructuras operativas y adoptar una visión “build-and-buy”. Eso permite estar preparado para operar en entornos cambiantes, al margen de transacciones externas.
Claves estratégicas para liderar en tiempos inciertos
El abril tecnológico de 2025 ha evidenciado que los aranceles ya no son una cuestión menor, sino un factor central en la valoración y estrategia de cualquier compañía tecnológica. Para emprendedores y directivos de compañías que apuestan por el crecimiento inorgánico, esto implica ir más allá del producto y considerar activamente el impacto regulatorio y geopolítico en su modelo de negocio.
En este escenario, contar con el acompañamiento adecuado marca la diferencia. “No se trata solo de analizar o resistir al contexto, sino de prepararse para salir fortalecidos de él”, afirma André Zimmermann, de Pipeline Capital. “Por eso es habitual ayudar a nuestros clientes a construir resiliencia operativa y a definir la mejor estrategia de salida posible, sin perder valor en el camino”.
Con un enfoque práctico y origen emprendedor, los socios de Pipeline Capital piensan que es clave comprender las tensiones del ecosistema tech y crear soluciones a medida: desde estructurar operaciones con flexibilidad post-closing, hasta activar el crecimiento orgánico mediante la integración tecnológica, mientras las condiciones del mercado vuelven a estabilizarse. Porque en tiempos volátiles, no gana quien se mueve más rápido, sino quien se prepara mejor para capturar valor en el momento preciso.