El buen estratega necesita estar abierto a consejos e información de diferentes fuentes, como decía Sun Tzu en el célebre libro «El Arte de la Guerra». Los ejemplos son abundantes en cuanto a lo esencial que es contar con alianzas estratégicas en el camino hacia el éxito: Michael Jordan y Phil Jackson, Steve Jobs y Steve Wozniak, John Lennon y Paul McCartney.
Aunque no se trate de una guerra bélica ni de un campeonato en sí, el viaje del emprendedor es un camino en el que sobran las batallas, y es precisamente por eso que es una saga igualmente difícil. Mantenerse relevante en el mundo corporativo es una tarea compleja, ya que la competencia constantemente amenaza a los negocios más prometedores. En este contexto, es fundamental reconocer los momentos en los que no es posible avanzar solo y en los que recibir ayuda profesional puede ser la clave para superar obstáculos y impulsar el crecimiento.
Los ‘Venture Builders‘ surgen en el universo de las startups de pequeño y mediano tamaño como poderosos catalizadores del crecimiento de las empresas, llevándolas a un nivel más avanzado en términos de entregas y valoración. A menudo formadas por emprendedores que ya han experimentado los desafíos comunes de iniciar un negocio, actúan identificando de manera precisa los principales puntos que deben trabajarse y reorganizarse, a través de acciones claras y reguladas. Más que una consultoría o un proceso de asesoramiento, los ‘builders‘ llevan a cabo una gestión conjunta de la empresa y, como resultado, se convierten en participantes de su proceso de dirección. Las decisiones que requieren agilidad y conocimiento del entorno pueden tomarse mucho más fácilmente, acertando más frecuentemente el rumbo e imprimiendo rapidez en la corrección de rumbos.
Buscar ayuda no significa debilidad ni falta de competencia por parte del emprendedor, al contrario, demuestra su madurez al reconocer que las experiencias compartidas abren espacio para nuevas perspectivas y nuevas redes de contactos, fomentando ideas innovadoras que elevarán el nivel de actuación corporativa. Después de todo, un futuro próspero comienza con un presente maduro.